El pasado martes día 3 nos dejaba Antonio Baeza, una persona "Activa y Trabajadora", de esas que se cruzan en tu camino una sola vez en la vida, el abuelo.
Después de meses luchando contra el maldito cáncer, después de muchos días de dolor, después de echarle muchos cojones y de regalarnos momentos preciosos e inolvidables, se nos fue. Y lo hizo tal y como quería, en su casa, en su cama, sin hacer ruido, rodeado y arropado por su familia
Se me hace muy complicado escribir una entrada como ésta, que esperaba no tener que hacer hasta dentro de mucho tiempo.
Me esta costando mucho trabajo hacerla como me gustaría porque por mi cabeza pasan una enorme cantidad de imágenes y de anécdotas que me gustaría contar.
Y es que hablar de Antonio en pasado es algo que me resulta muy duro, así que voy a escribirla como si estuvieses a mi lado, leyéndola conmigo, que estoy seguro que te gustaría mucho mas.
Este Blog pretende ser desde el principio una guia de todo este proceso de adopción para nuestro futuro hijo y como ya dije en otra ocasión, todo esto no tendría el mismo sentido sin la figura de Antonio
Hace ya algún un tiempo, le dijimos a nuestros padres que lo de tener nietos por la vía biológica era imposible y que comenzábamos la adopción de un niño etiope. Poco después, cuando leístes el Blog, nos dijistes que una de tus mayores ilusiones era conocer a tu nieto negrito, que era de las pocas cosas que te quedaban por hacer en la vida.
Hasta me lo enviastes por escrito para dejar constancia.
Siento mucho no haber podido hacer ese deseo realidad, pero me queda el consuelo que desde ahí arriba, estés donde estés, nos sigues vigilando y sigues pendiente de nosotros. Así que no te preocupes porque mas tarde o mas temprano llegara ese día, llegara ese negrito y tendrás otro nieto más para que lo cuides y para que seas su ángel de la guarda.
Cuando sucede algo así, por mucho que sepas que es ley de vida y que momentos como este llegaran tarde o temprano, es imposible estar preparado. No puedes evitar que te invada la angustia, el desánimo y una sensación muy extraña, es como un vacio imposible de llenar.
Y que conste que esto lo dice alguien tremendamente independiente, que evitaba las reuniones familiares hasta que te cruzastes en mi camino y decidistes que eso tenia que cambiar. Te empeñastes en abrirme los ojos a una realidad que yo desconocía y me hicistes ver que el tesoro mas valioso que tenemos es nuestra familia y todo lo demás es secundario.
Probablemente mi visión de Antonio sea un tanto particular puesto que yo ("este" como me llamabas al principio) era un desconocido que venia a llevarse a la menor y más guapa de sus hijas. Y lo que me encontré fue una persona encantadora que me abrió las puertas de su casa desde el primer día.
Así que voy a quedarme con el recuerdo de todos esos buenos momentos que hemos compartido. Además, ahora que lo pienso, desde que empecé mi relación con Mónica, en todos los momentos importantes de mi vida no solo has estado presente, si no que además has sido una parte fundamental.
Cuando nos compramos nuestro primer coche, hicistes de intermediario y vinistes con nosotros a recogerlo a La Puebla. No te dejamos traerlo de vuelta como querías, pero es que esa forma tuya de conducir tan particular, pasando de 2a a 5a directamente, no terminaba de convencernos.
Cuando decidimos irnos a vivir juntos nos vendistes el piso del Juncal y Consolacion y tu nos disteis un empujoncito para que todo fuera mucho mas sencillo. Sigo diciendo que lo de vendernos el piso fue una argucia para seguir teniendo a "tu Mónica" lo mas cerquita posible.
Y en un día tan especial como el de nuestra boda, como no podía ser de otra manera, fuistes nuestro padrino. Incluso vinistes conmigo a Los Palacios a comprarte el traje, para que le diese el visto bueno o para dárselo tu al mio, quien sabe...
Pero si había algo de ti que destacaba por encima de todo lo demás, era esa "manía" de darle de comer a todo el mundo, cuantos mas mejor, para luego poder decirle "este no ha comido nada, se ha quedao esmallao".
Me hicistes sentir uno mas de esa enorme y maravillosa familia que te has encargado de formar a lo largo de todo este tiempo y curiosamente lo hicistes a través de la comida. Era imposible rechazar tus invitaciones, por muchas excusas que pusiera
Nuestras conversaciones eran algo así:
*tu vienes a comer?
*no Antonio, que somos muchos y no cabemos
*anda ya, uno mas cabe siempre
*es que esta mi hermano en casa
*pues dile que se venga
*es que hemos dejado comida preparada
*pues traetela o la dejas para mañana
*esta bien Antonio, a que hora comemos?
Ufff, como voy a echar de menos esa frase justo al terminar de comer: "eah, ya va estar el tío acostao".
Estos últimos meses tu mayor preocupación seguía siendo que no podías cuidar de Consolacion como lo habías hecho hasta ahora y que tenias a 9 familias pendientes de ti.
Y que esperabas? Eran muchas mas las familias preocupadas y pendientes de ti, te lo aseguro.
Me cuesta mucho imaginar como serán nuestras vidas sin ti y seguro que viviremos momentos difíciles recordando tantas y tantas cosas que hemos vivido juntos, en familia.
Me gustaría prometerte que no derramaremos mas lágrimas al recordarte, pero no podría cumplirlo. Pero lo que si te prometo es que a partir de ahora, todos los días que nos acordemos de ti, esas lágrimas ya no serán de pena, serán de felicidad e irán seguidas de una enorme sonrisa de oreja a oreja, porque has dejado una parte tuya en todos y cada uno de nosotros.
Así que voy a quedarme con el recuerdo de todos esos buenos momentos que hemos compartido. Además, ahora que lo pienso, desde que empecé mi relación con Mónica, en todos los momentos importantes de mi vida no solo has estado presente, si no que además has sido una parte fundamental.
Cuando nos compramos nuestro primer coche, hicistes de intermediario y vinistes con nosotros a recogerlo a La Puebla. No te dejamos traerlo de vuelta como querías, pero es que esa forma tuya de conducir tan particular, pasando de 2a a 5a directamente, no terminaba de convencernos.
Cuando decidimos irnos a vivir juntos nos vendistes el piso del Juncal y Consolacion y tu nos disteis un empujoncito para que todo fuera mucho mas sencillo. Sigo diciendo que lo de vendernos el piso fue una argucia para seguir teniendo a "tu Mónica" lo mas cerquita posible.
Y en un día tan especial como el de nuestra boda, como no podía ser de otra manera, fuistes nuestro padrino. Incluso vinistes conmigo a Los Palacios a comprarte el traje, para que le diese el visto bueno o para dárselo tu al mio, quien sabe...
Pero si había algo de ti que destacaba por encima de todo lo demás, era esa "manía" de darle de comer a todo el mundo, cuantos mas mejor, para luego poder decirle "este no ha comido nada, se ha quedao esmallao".
Me hicistes sentir uno mas de esa enorme y maravillosa familia que te has encargado de formar a lo largo de todo este tiempo y curiosamente lo hicistes a través de la comida. Era imposible rechazar tus invitaciones, por muchas excusas que pusiera
Nuestras conversaciones eran algo así:
*tu vienes a comer?
*no Antonio, que somos muchos y no cabemos
*anda ya, uno mas cabe siempre
*es que esta mi hermano en casa
*pues dile que se venga
*es que hemos dejado comida preparada
*pues traetela o la dejas para mañana
*esta bien Antonio, a que hora comemos?
Ufff, como voy a echar de menos esa frase justo al terminar de comer: "eah, ya va estar el tío acostao".
Estos últimos meses tu mayor preocupación seguía siendo que no podías cuidar de Consolacion como lo habías hecho hasta ahora y que tenias a 9 familias pendientes de ti.
Y que esperabas? Eran muchas mas las familias preocupadas y pendientes de ti, te lo aseguro.
Me cuesta mucho imaginar como serán nuestras vidas sin ti y seguro que viviremos momentos difíciles recordando tantas y tantas cosas que hemos vivido juntos, en familia.
Me gustaría prometerte que no derramaremos mas lágrimas al recordarte, pero no podría cumplirlo. Pero lo que si te prometo es que a partir de ahora, todos los días que nos acordemos de ti, esas lágrimas ya no serán de pena, serán de felicidad e irán seguidas de una enorme sonrisa de oreja a oreja, porque has dejado una parte tuya en todos y cada uno de nosotros.
Tito, muchas gracias, me ha encantado, la verdad es que no hay entrada q me disguste, pero ésta es muy especial porque me has recordado frases suyas que es cierto que siempre decía. jaja era un crack!
ResponderEliminarPs_A mí tb me quedó pendiente hacerlo bisabuelo, me lo pedía de vez en cuando.
Migue ,gracias muchísimas gracias por este homenaje ,por este reconocimiento ,por hacernos revivir tantos momentos... Esas fotos ,sus frases , su manera de ser ,todo ello hace que me sienta muy afortunada de ser su hija y muy orgullosa por eso duele mas su ausencia, pero nos ha dejado tantas enseñanzas y momentos que también me sacan una sonrisa,ahora todo tiene mas valor al ser consciente de ello.
ResponderEliminarTe quiero Papá y me siento muy feliz por ser tu hija y por tener esta gran familia que has creado y que deseo que se amplie pronto con la llegada de tu pequeñin Migue, seguro que lo cuidara desde donde esté. Besos
¡uy! me ha entrado algo en el ojo y me lagrimea mucho.
ResponderEliminarNo me canso de leerlo y no me canso de emocionarme.
ResponderEliminarGracias Mike y Papá allá donde estes q sepas q se te quiere y se te echa mucho de menos.