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viernes, 3 de febrero de 2023

UNA LECCION DE VIDA

Hace tiempo que no escribía nada en el blog porque se me hacía muy duro hablar de cosas que duelen tanto....Pero alguien me dijo hace poco que no dejase de hacerlo, que tengo que sacar todas esas cosas que tengo dentro y que no suelo contarle a nadie. Así que te voy a hacer caso.



El viernes al llegar a casa a mediodía, me dijo Mónica que habías tomado la decisión de dejar el tratamiento, las pastillas y demás, que había llegado el momento. No sabría decir si lo que sentí en ese momento era tristeza, rabia o simplemente un miedo enorme. Es una sensación extraña, porque estoy seguro que es lo mejor para ti si así lo has decidido, pero duele mucho aceptarlo.
Había llegado el día, ese que todos sabíamos que podía llegar en cualquier momento y que aunque no quieras, sabes que llegará tarde o temprano porque es ley de vida. Pero ha llegado demasiado pronto.
Y aunque estos 4 años y pico han sido un REGALO maravilloso, se me han hecho muy muy cortos.



Ya te dije en una ocasión que eras mi maratoniana favorita, pero ahora has pasado a otro nivel, al de esa gente que hacen carreras por el desierto, Ironmans o Ultramaratones. Has luchado durante muchos kilómetros junto a esos pulmones que recibimos todos contigo con tanta alegría y a los que le ha empezado a faltar el aire antes de lo que nos hubiese gustado.



Después de soltar unas cuantas lágrimas, después del enfado, de la frustración, de una enorme sensación de vacío y de impotencia, después de darle muchas vueltas y entender que lo único que podemos hacer en este momento es acompañarte , me he dado cuenta de dos cosas:

Una, que has sido una persona muy importante en mi vida, con la que sin saber porqué y desde el trasplante, he tenido una conexión especial. He tenido la gran suerte de ser tu compañero de piso, de celebrar tu nuevo cumpleaños, de pasar unas navidades "diferentes" en la casa del media lengua, un fin de año en Castilblanco de sólo siete uvas, de vivir un fin de año en la playa con partido de volley incluido, de visitas improvisadas a Costa Ballena para una cervecita en las que nos íbamos comidos y de compartir esos días de barbacoa en nuestra terraza (a las que siempre vas a seguir estando invitada).



Pero sobre todo, de que cruzaras conmigo de la mano una línea de meta con una enorme sonrisa de satisfacción en tu cara y dándome un interminable abrazo, con lágrimas de felicidad en los ojos. Me regalaste un momento de esos que no olvidaré en la vida.


 
Por si no lo recuerdas, mi primera oportunidad laboral me la disteis vosotros, Miguel Ángel y tú, con esa especie de entrevista de trabajo tan cómoda en el salón de tu casa que me abrió las puertas al mundo comercial.


Y dos, que toda esa gente que te conoce, que te quiere y que tanto se ha preocupado por ti, tenían que saber y poder compartir con nosotros la enorme LECCION DE VIDA que nos has dado. Lo bonito que ha sido poder compartir estos últimos días en tu casa, las risas, las charlas, poder acompañarte y acompañaros. Pero sobre todo, poder despedirnos de ti como tú has elegido y como te merecías. Nos has enseñado como afrontar con tranquilidad ese tránsito que nos da tanto miedo y del que algunos (como yo por ejemplo) no somos capaces ni de hablar, porque solo nombrarlo nos llena de dolor.



Nos has enseñado que hay que ser consciente de que todo en la vida tiene su momento, que todo tiene un principio y un fin aunque no nos guste, y que ese final tiene que ser cuando le corresponde, ni antes ni después. Nos has regalado un tiempo maravilloso, con el que no contábamos, unos momentos preciosos que nos han permitido a todos y cada uno de los miembros de tu familia darte los achuchones y los besos que nos negó el dichoso covid y que tanto necesitábamos.



No quiero quedarme con este momento como una despedida, porque como nos has dicho, solo se te va tu cuerpo, tu alma seguirá con nosotros, acompañándonos, cuidándonos y viendo la de veces que nos vamos a emocionar acordándonos de ti en nuestro día a día.
Me hubiese gustado decirte todo esto en persona pero no he sido capaz. Me he sentado contigo, me has cogido de la mano y se me ha hecho un enorme nudo en la garganta que me impedía hablar sin soltar un mar de lagrimas. Me quedo con la satisfacción de que hayas podido leer esto y con ese ratito que hemos estado charlando, mirándote a los ojos, disfrutando de tu sonrisa, de la emoción que he visto en tu cara y sobre todo, de la enorme paz y tranquilidad que me has transmitido.

De los muchos mensajes de cariño hacia ti de estos días me quedo con éste del Doctor Pérez Bernal:



Después de unos días absolutamente maravillosos, después de haber hecho todo lo que tenías pendiente con cada uno de nosotros (charlas, risas, meditación, videollamadas, confidencias, peticiones y algún...) has decidido que había llegado el momento.
Has reunido a tu hermano y a tus hermanas, a tu marido y a tus hijos alrededor de tu cama, habéis unido vuestras manos y has decidido que querías quedarte dormida mientras aún entrase el sol por tu ventana, sin hacer ruido y a tu ritmo.
     


Has conseguido cambiar nuestras lágrimas desconsoladas del viernes, por lagrimas de emoción a las que hemos añadido, gracias a ti, una sonrisa de felicidad.
Dejas un legado precioso para tu familia y amigos de como afrontar el tránsito hacia la muerte sin miedo, con naturalidad, en calma y eso es algo que al menos yo, que desde pequeño he tenido un miedo atroz a la muerte, te lo agradeceré siempre.



Dicen que la familia es la que te toca y a los amigos los que elige cada uno, no sé si será del todo verdad, pero yo te habría elegido SIEMPRE en mi equipo.
Sólo puedo decirte que soy afortunado por haber tenido la gran suerte de conocerte, de haber compartido tantas cosas contigo, que te quiero muchísimo y sobre todo que no te preocupes, porque nuestro trato sigue en pie. Tú cuida de nosotros desde donde estés y yo cumpliré con mi parte cada día. PROMETIDO.


No podía acabar esto sin añadir la emotiva carta que Carlos tenía preparada para despedirse de ti:


Gracias, como habría dicho tu madre, por esta última juerguecita pobre. Buen viaje 😘😘😘.

Migue.



lunes, 12 de octubre de 2020

TAL DIA COMO HOY...

Hoy me ha salido un aviso de Google Fotos de recuerdos de un día como hoy de años anteriores...
Me han salido fotos de Japón, de una carrera en París, del camino de Santiago y ese tipo de cosas. Pero al buscar un poco mas abajo ha aparecido esta foto con fecha del jueves 12 de octubre de 2017!!!


Es decir, que hace ya 3 años que por unas cosas o por otras no nos juntamos para celebrar el día del aniversario de los suegros, el Pilar, el día en que aprovechamos para el sorteo del amigo invisible, para los regalos atrasados de los sobrinos que han cumplido años y para ponernos un poquito al día...


Es cierto que desde aquel día nos hemos vuelto a juntar para celebrar el "nuevo cumpleaños de Pili" y aunque el motivo de juntarnos es de los que hay que celebrar por todo lo alto y la celebración en si fue una pasada, echo de menos nuestras reuniones del 12 de octubre.  Mira que no soy yo mucho de tradiciones pero ésta es de las que me gustan porque nos juntamos para comer o echar un día en el campo o en un parque o donde sea porque el sitio es lo de menos. Lo importante es juntarnos, vernos pasarlo bien en familia y hablar un poco mas de como van nuestras ajetreadas vidas sin whatsapp de por medio.


En tres años da tiempo a que pasen muchas cosas y la mayoría son de esas que me darían para escribir muchas más líneas. Así de forma general tenemos ademas de unos pulmones nuevos, unos nuevos abuelos, algún pre-jubilado, algún cambio de trabajo, una maternidad, un policía, un médico del ejercito, una profesora, nuevos universitarios, un fisio, algunos que empiezan el instituto, una estudiante de chino, campeones de España de remo y un nuevo miembro de la familia!!!


Es cierto que con los tiempos que corren hay que ser realista y ser consciente de que es una locura lo de juntarnos, mas allá de los que podamos coincidir un día de playa con la correspondientes medidas de seguridad. Pero habrá que seguir viviendo y haciendo planes no? O dejamos de tener vida social?
Yo prefiero ser optimista y pensar que dentro de un año el tema del Covid será diferente y nos dejará volver a juntarnos, aunque sea de forma diferente, en ese "día tan bonito" como suele decir Mónica.


Seguro que entre trabajos, estudios y la nueva normalidad no será fácil juntarnos los treinta y tantos que somos, pero tampoco lo era antes cuando no había ni mascarillas, ni distancias de seguridad, y también costaba buscar un día que le viniese bien a todo el mundo. Y el que no pueda pues que se conecte online que ahora es una opción que está muy de moda y vale para casi todo 😉.


Pues eso, que como siendo realistas esto tiene pinta de que van a ser unas Navidades y un fin de año diferentes, donde si todo sigue así nos vamos a tener que juntar en pequeños grupos, me quedo con la idea de que tenemos TODO UN AÑO por delante para organizar lo que sea y para NO hacer planes para el 12 de Octubre.



domingo, 3 de marzo de 2019

VOLAR CON EL AIRE


Tengo tanto que contar y escribir que las palabras me llegan a mi cabeza a tropel y no consigo descifrarlas ni ordenarlas, son tantos sentimientos y emociones vividas que es complicado resumirlas y no llegar a ser pesada. 



Hace unos cinco años me diagnosticaron una enfermedad respiratoria llamada Bronquiectasia, aún estábamos cuidando a papa, ¡¡¡Cuánto se preocupaba cuando me oía toser!!!


Pero lo más complicado llegó en los últimos años, cuando me dieron la fatal noticia, “Necesitas oxigeno complementario”, uff asumir esa situación y asimilar que tenía que estar conectada a una máquina, fue bastante duro.



Con el paso de los meses el camino era cada vez más ingrato, demandaba más y más,  llegué a vivir pegada a una botella de oxígeno las 24 horas. Pero con el tiempo  tuve consciencia de que la máquina, era mi mejor amiga.  Me aportaba lo que necesitaba para seguir luchando.


Al final de este proceso, llegué a no tener fuerzas, ni energía suficientes para tirar de mi cuerpo, este no me respondía, pero mi mente luchaba continuamente contra él (la mente es muy poderosa). Conseguía ir al gimnasio del hospital tres veces por semana, era muy constante con este tema, tenía que estar lo más fuerte posible, por si llegaba la  tan esperada y deseada llamada. Pero a última hora si os soy sincera mi mente era incapaz de ganar a mi cuerpo.


La única posibilidad, el Trasplante, pues mis pulmones estaban completamente deteriorados y no podían realizar su función, ni siquiera con la ayuda del oxígeno complementario.

A nivel familiar había muchos sobresaltos, angustias y muchísima preocupación por más que yo disimulará. Que sepáis que me costó bastante que todos ustedes lo supierais, (Conchi lo sabe bien),  ya era duro ver a mi familia, herman@s, cuñad@s y sobrin@s sufriendo, más personas NO.


Y llegó esa Bendita llamada, había un Donante para mí, una persona y familiares generosos, que prefirieron que siguiera viviendo dentro de mí, ¡¡Fui la afortunada!!



Vuelvo a nacer de nuevo un día 4 pero esta vez del mes de Marzo del 2018. Aún me quedaba bastante camino por recorrer y mira que llevaba andado, “pasito a pasito”. El postoperatorio no fue nada fácil y hubo bastantes complicaciones, reconozco que no iba en las mejores condiciones físicas, pero tenía claro que era mi momento.




Tengo la gran suerte de tener esta familia y tantas personas a mi lado que me quieren, que en todo momento sentía vuestras energías y vuestro apoyo,  sobretodo sentí y mucho la presencia de mis padres. Todo ello me aportaba serenidad y aceptación a todo lo que iba aconteciendo, (aunque algún@s dicen que había veces que mi cara transmitía enfado).



La familia, mi apoyo incondicional es uno de los pilares para que todo llegará a ser un éxito, pues además de cuidarme con todo el amor y cariño, tenían que estar superpendientes con los medicamentos “que no eran pocos” y ser muy cautelosos con la limpieza e higiene, pero Pasito a Pasito íbamos viendo la luz.




Gracias a tod@s ellos fui recuperándome, comiendo, moviéndome y haciendo todos los ejercicios que me mandaban las fisios.

Y llegó el día tan esperado el Alta hospitalaria, respiraba yo solita, Un Milagro hecho Realidad.


No me lo podía creer después de dos meses, nos íbamos a casa, podía ir a la Comunión de mi ahijada Luján, que regalazo madre mía. Mi niña me llamaba y me decía "No te preocupes tita ya lo celebraremos".


Imaginaros que sorpresa le dí, otro de los muchos momentos inolvidables. Ese día los sentimientos fluían por todos lados, Lola, Juan, Luján (los peques de la familia) se emocionaron y todos lloraban. Juan me dijo “Gracias por ser tan fuerte”, Luján abrazada me decía “el mejor regalo” y mi Lola “no podía ni hablar”
Cantamos tod@s juntos nuestro himno de Rozalen VIVIR. Un día mágico para tod@s.




Por último deciros que tengo unos PULMONES que vibraban cada vez que inspiro y expiro, siento tanta compatibilidad con mis nuevos pulmones...   
Nos llevamos bien, bueno yo diría que nos entendemos a las mil maravillas y no es para menos, ellos permiten que pasee, que disfrute del cielo, del Sol, de las pequeñas cosas que nos regala la vida, “Que mi gran familia pueda contar conmigo”.


Os aseguro que día que vivo, día que es un regalo y agradezco cada mañana, tal como nos enseñó nuestra madre.

Y como broche final poder estar con tod@s ustedes y celebrar mi año como TRASPLANTADA, no se puede pedir más...

Me siento una persona Privilegiada, Feliz, Agradecida y muy Afortunada.



Continúo con mi VUELO.







VOLVER A NACER


Dice la leyenda que el ave Fénix era una emblemática criatura de fuego capaz renacer y de elevarse majestuosamente desde las cenizas de su propia destrucción, que simboliza también el poder de la resiliencia, esa capacidad inigualable del ser humano de renovarse y de convertirse en alguien mucho mucho más fuerte, valiente y luminoso.


Al parecer, cuando se supera una experiencia traumática dejamos ir una parte de nosotros mismos que ya no volverá, que ya nunca será igual. A partir de ahí está en nuestra mano volver a levantarnos y renacer desde nuestras propias cenizas como el ave Fénix.

Y en ese punto estamos ahora, un año después del trasplante, en un punto difícil de imaginar hace 365 días, en el que podríamos decir no sólo que has vuelto a nacer, sino que gracias a ese maravilloso donante, eres una persona nueva y renovada que ya no tiene limitaciones.
AHORA LOS LIMITES LOS PONES TU!!!!

Pero todo buen cumpleaños ademas de celebrarse, debe tener una felicitación. El año pasado quise enviártela pero se quedaba incompleta, le faltaba algo para completar el mensaje. Creo que ha llegado el momento de completarla con ese final que todos esperábamos:



Este año comenzamos un camino que aún no sabemos si será largo, corto, duro, fácil o difícil… pero eso ahora mismo no importa.


Tendrás que seguir las señales que te encuentres...


Y aunque a veces no nos veas, nunca estarás sola en este camino. Siempre estaremos ahí vigilando, pendientes de lo que necesites...


 Esperando para tenderte la mano cuando el camino se haga mas difícil...


 Pase por donde pase y sea lo que sea lo que necesites de nosotros...



Siempre con la mejor de nuestras sonrisas...



Porque con esas ganas, con esa increíble fuerza de voluntad que estás demostrando y ese “ejercito" que te rodea (como dice mi carlitos), cualquier objetivo, por lejano que parezca, es posible....


Y al final SEGURO que logras llegar a donde te has propuesto...



Esta para mi es la mejor foto de todas y es que una imagen vale mas que mil palabras...





Si te paras a pensarlo, no sólo has conseguido superar un gran obstáculo sino que además, momentos como éste dan sentido a la lucha de un grupo de gente maravillosa que está empeñada en dar visibilidad a algo tan importante como es la donación de órganos. 


Por cierto, te habías dado cuenta las señales que teníamos a nuestro alrededor relativas al trasplante de órganos y de las que no éramos conscientes? Crees en las casualidades? Yo tampoco.




Esta felicitación de cumpleaños sólo podía terminar con una foto que refleja a la perfección todo este proceso que hemos vivido contigo. En la foto se juntan la cara de alegría de mi maratoniana favorita, disfrutando de todo lo que has conseguido hasta ahora. Esa montaña rusa de emociones por la que hemos pasado este último año, reflejada en la cara de Mónica. Y por supuesto la satisfacción de todos los que te rodeamos y te queremos al ver que HAS VUELTO A NACER.



FELIZ CUMPLEAÑOS PILI !!!!!!!



martes, 20 de marzo de 2018

MI MARATONIANA FAVORITA


Llevaba muchos días dándole vueltas a escribir la crónica de como había sido este año mi experiencia de correr de nuevo el maratón, pero pensando en como hacerlo o en que contar, me di cuenta de que hay gente que sin saberlo, se enfrentan a un verdadero maratón mucho más duro que recorrer los 42.195 metros de la famosa hazaña de Filípides.
Y de forma automática se me vino a la mente la imagen de la que a partir de ahora se ha convertido en mi maratoniana favorita.

Debería haberlo escrito en el "blog del Coyote" donde tengo las demás carreras, pero en esta ocasión se mezclan de una forma especial carrera y familia, así que tenía que escribirlo aquí

Al final los dos hemos estado meses preparándonos para ese momento, cada uno con sus entrenamientos especifico, con diferentes máquinas, entrenando la respiración, intentando mantener la cabeza fría y estar centrado....desde fuera los demás lo ven como algo normal o incluso fácil, pero sólo los que llevamos meses preparando ésto sabemos que no es así, que hay muchos momentos difíciles y algunos días donde sólo piensas dejarlo todo y abandonar.

Después de un duro entrenamiento y muchos kilómetros recorridos, por fin llega el ansiado día. Unos llegan al estadio recorriendo el camino desde su casa con una mezcla de ansiedad y nervios, preparan la mochila para dejarla en el guardarropa con todo perfectamente preparado y colocado para después. Escuchas la llamada de la megafonía y te diriges a la línea de salida. Ha llegado el momento y ya no hay vuelta atrás.
Otros en cambio, reciben una llamada telefónica (bendita llamada) en la que le comunican que alguien desconocido ha dejado un dorsal libre y que como eres el primero de la lista, ese dorsal será para ti. Ellos también recorren su camino hasta su linea de salida donde por su cabeza pasan miles de imágenes, momentos vividos, nervios, inseguridades y un sin fin de cosas mas.

Suena el disparo, comienza la carrera y de repente eres consciente de que te quedan por delante casi cuatro horas corriendo, una eternidad si te paras a pensarlo, así que no queda mas remedio que comenzar ese largo camino, metro a metro, kilómetro a kilómetro y dejar que todo siga su curso.
Mientras tanto tu llegas a tu particular linea de salida, después de una intensa preparación y te dispones a recorrer tu maratón, tus 42.192 metros pero despacito, a tu ritmo, paso a paso y dejando que todo fluya..


Los primeros 5 kilómetros parecen ser los mas fáciles y cómodos, pero por mi cabeza pasan siempre miles de ideas y me invade una sensación de incertidumbre difícil de explicar. Miro el reloj 200 veces para controlar el ritmo y no puedo dejar de ver el tiempo que llevo, los kilómetros que aun faltan, etc, etc. Se que eso no me ayuda en absoluto pero es algo que no se puede evitar cuando tienes la sensación de que el tiempo pasa mas despacio de lo normal.

En tu caso esos 5 kilómetros han supuesto una especie de agujero temporal para todos los que te rodean (y créeme que son mas de los que te imaginas) y seamos nosotros los que miremos el reloj una y otra vez, con la sensación de que una noche dura toda una eternidad. Las horas pasan muy muy despacio cuando estas esperando a que termine una intervención, esperando aunque sólo sea un mensaje que confirme que todo va bien, que todo marcha según lo previsto. Esa sí es la autentica sensación de que el tiempo se ha detenido....


Al llegar al kilómetro 10 y ver a algún conocido o familiar animándote por el camino, empiezas a pensar que todo va a ir bien. Te encuentras fuerte, bien acompañado por tus inseparables compañeros de carrera con los que vas charlando lo que puedes, mientras intentas mantener un ritmo cómodo y constante.

En tu caso ese décimo kilómetro es una habitación llena de cables y máquinas, donde te encuentras de repente con tu familia, esos que te miran con cara de felicidad y ojos brillantes. Son miradas de orgullo porque tienen delante a una guerrera, una autentica maratoniana que empieza a ser consciente que esta carrera de fondo que no ha hecho mas que empezar. Y aunque ahora toca sufrir y luchar, estamos ahí  para jalearte y animarte hasta tu meta.


La carrera llega al kilómetro 20, ya estamos casi en la mitad de carrera y empiezan a aparecer esos pequeños inconvenientes que ya sabias como ese dolor en el apoyo del pie que es "pa ti pa siempre" y te va a acompañar toda la vida. Pero estas en ese punto de no retorno, en el que piensas que ya que hemos llegado hasta aquí, no va a ser un pequeño inconveniente el que nos aparte del objetivo.

Y en tu mitad de carrera, después de una semana compleja por llamarla de alguna manera, llegas a planta donde vas a conocer a los que serán tus nuevos compañeros de viaje, los inmunosupresores. A partir de ahora seréis inseparables y serán el pegamento entre tus nuevos pulmones y tu.
Hace meses que estaba deseando poder escribir eso de "tus nuevos pulmones" y aunque era algo que al principio parecía complicado y lejanísimo,  se ha convertido en una maravillosa realidad.


Todo va más o menos dentro de lo previsto hasta que de repente llega eso que llaman "el muro", que aparece en torno al kilómetro 30 y que en mi caso suele ser a partir de las 3 horas de carrera. No sé si es algo físico, mental o una mezcla de ambos, pero es como si mi cuerpo ya no quisiese correr más, necesitase un descanso y comienza a revelarse.
Esta vez no iba nada cómodo al llegar a ese punto, ni de ritmo no de sensación en las piernas, pero la verdad que nunca había sentido una sensación tan desagradable corriendo. Me encontraba entre mareado y flojo, hasta el punto de pararme en el avituallamiento para apoyarme en una de las mesas, pensando que me caía...Pero cogí aire profundamente, me hidraté bien y seguí corriendo.
De aquí en adelante viene la parte dura de verdad de la carrera en la que quieres correr pero no puedes.

Y resulta que tu también habías llegado a tu particular "muro" y comenzabas la parte mas dura de tu carrera. Resulta que tu cuerpo también llega a un punto donde necesita reponer fuerzas, donde el cansancio se apodera de ti y te impide continuar. Sin embargo, tu has demostrado una fortaleza mental que a mi me falta y te has negado a parar, has bajado el ritmo, has apretado los dientes y has continuado el camino a tu ritmo....eres una guerrera y lo demuestras día a día.

Dicen que ésta es la parte mas dura de la carrera y que si la superas llegarás a la meta seguro. Llegarás mejor o peor, eso aún esta por ver, pero llegarás SI o SI. Y sigo pensando que esos pequeños bajones que has tenido, esos contratiempos y demás sólo son pequeñas piedras en el camino que harán que disfrutes mucho mas cuando llegues a la meta, porque aunque esto sea un "spolier" del final de la película, vas a llegar a la meta con los brazos en alto Y LO SABES....


Llegas al kilómetros 32 ó 33, porque ya has perdido la noción de la distancia, y es cuando pasas el peor momento de la carrera. De repente te duelen partes de tu cuerpo donde ni sabias que hay un músculo que se puede contracturar y cada paso, cada zancada te parece un esfuerzo sobrehumano.
Lo peor de esta parte de la carrera no son los dolores, sino que en tu cabeza comienzan las dudas y te preguntas cosas como ¿voy a ser capaz de llegar a meta? ¿merece la pena tanto esfuerzo? Son momentos difíciles, duros que he superado gracias a mi compañero de carrera Tony que me ha dado animo a cada metro que recorríamos, que me traía una esponja mojada para refrescarme, que me traía fruta mantener el cuerpo con energía...

Que te voy a contar a ti de esta parte de tu camino. Cuando empiezas a hacer cuentas de los días que llevas, cuando esperar ir mejorando poco a poco pero vienen unos días donde todo parece negativo, donde la retención de líquidos se va y deja paso a unos dolores extraños y a una sensación de fatiga y cansancio angustioso. Pero tu también has tenido en todo momento a tus fieles escudero acompañándote en cada minuto de este largo camino. Tu ejercito se ha ido turnando para que en todo momento, en cada pasito, estuvieses acompañada, atendida y no te faltase absolutamente de nada.
Ese apoyo incondicional de los tuyos y tu enorme fuerza de voluntad hacen que eso malos momentos vayan pasando, muy poco a poco, pero vayan pasando.

No sé si te habrás llegado a preguntar si todo esto merecía la pena, pero si tenias alguna duda, la respuesta es SI, por supuesto que SI. Merece la pena por toda esa gente que tanto te queremos pero sobre todo merece la pena por ti, porque ese enorme esfuerzo que estas haciendo merece su recompensa.


Según avanza la carrera y llegas al kilómetro 35, después de haber pasado por malos momentos anímicos y físicos, te das cuenta que si ya has pasado el momento malo, si has tocado fondo, esto solo puede mejorar. Por supuesto no va a ser fácil porque hay que sufrir hasta el final, pero empiezas a pensar que ya no queda tanto y que si hemos llegado hasta aquí hay que llegar al final.

Y en esa habitación de Córdoba, por algún motivo que desconocemos y que espero que algún día nos cuentes en tu propio blog, de repente todo cambia. No se si decidiste que había llegado el momento o que el ánimo y cariño de tantas personas que tienes pendientes de ti ha empezado a hacer efecto y eso te daba fuerzas.
Sea lo que sea, lo que importa es que esa mejoría (y poder escucharte al otro lado del teléfono) ha sido un subidón, un enorme "chute" de energía que es difícil explicar con palabras y que solo será comparable con el abrazo que te voy a dar el día en que vuelvas a tu casa y cruces la meta de tu particular maratón.


Y por fin, después de mas de tres horas y pico de carrera, al final del puente de la Barqueta se ve un cartel que anuncia que hemos llegado al kilómetro 40.
Es un momento que me cuesta describir porque se mezcla un intenso dolor de piernas con unas ganas de apretar los dientes y correr un poco mas. Al fondo se ve el Estadio Olímpico y todo el sufrimiento que nos ha traído hasta aquí ya no parece tanto comparado con lo que nos espera en poco mas de dos mil metros.

Supongo que esto será como el día que bajas al gimnasio y eres capaz de recorrer tu primer kilómetro en la cinta o de montarte en la bicicleta...empiezas a ser consciente de porqué has recorrido todo ese camino que te ha llevado hasta esa sala. Y donde detrás de la puerta te espera una pequeña representación de todos esos que tantas ganas teníamos de volver a verte y de abrazarte.
Hay cosas en esta vida, como ese abrazo con el corazón a mil revoluciones, que no tienen precio.


Y de repente el Estadio Olímpico se acerca tanto que llegas a ese túnel de entrada, a ese kilómetro 42 donde te sube la adrenalina y sueltas todas esas emociones que estaban encerradas. A mi me sale siempre un grito de rabia, de alivio o de lo que sea. Eso ya da igual, llegas al tartán y sólo queda disfrutar de los 192 metros que te separan de la línea de meta y de tu objetivo final.

Esta parte en tu caso no se como será. Supongo que será ese momento de salir del hospital, llegar al piso de Córdoba o salir a la calle y volver a respirar aire puro a PLENO PULMÓN.
Espero que tu sensación también sea de satisfacción, de que a pesar de los malos momentos, el esfuerzo y el resultado han merecido la pena.



Hay una frase en esta canción del Rey León que creo que resume a la perfección este maravilloso proceso de la donación de órganos, que me encanta y que a partir de ahora me va a recordar a ti:
"Él vive en ti"



Y como todo aquel que acaba una maratón aquí tienes tu medalla de Finisher esperándote, preparada para cuando vuelvas a tu casa. Eso si, esta foto voy a cambiarla por una contigo en cuanto pueda.....que para eso eres a partir de ahora MI MARATONIANA FAVORITA!!


Y aquí acaba esta historia, la historia de tu primer maratón, pero que ni mucho menos es el final. Esto solo es el comienzo de UNA NUEVA VIDA, la primera de muchas etapas que debes recorrer a partir de ahora, disfrutando de cada instante.
Lo único que te pido es que te animes a compartirlo y nos dejes disfrutar contigo....



jueves, 4 de enero de 2018

Feliz cumpleaños

Este año comenzamos un camino desconocido que aún no sabemos si será largo, corto, duro,
fácil...pero eso no importa.


Tendrás que seguir las señales que encuentres.


Y aunque a veces no nos veas, nunca estarás sola en este camino. Siempre estaremos ahí vigilando, pendientes de cualquier cosa que necesites.


Esperando para tenderte la mano cuando el camino se haga más difícil....



 Pase por donde pase y sea lo que sea lo que necesites de nosotros...


Porque con esas ganas, con esa increíble fuerza de voluntad que estas demostrando y ese "ejército" que te rodea (como dice mi carlitos) cualquier objetivo, por lejano que parezca, es posible....


Y al final SEGURO que logras llegar a donde te has propuesto....


Espero que pases un día estupendo. Y si no, que al menos te haya sacado una sonrisa...